lunes, 31 de diciembre de 2007

Por quién doblan las campanas

Acabo de empezar a leer esta famosa novela de Heminway y quería encerrar en mi botella la sonora cita con la que se abre el libro, que verdaderamente me ha aportado una visión nueva sobre la humanidad, o mejor, le ha dado palabras al modo en que la entiendo sin que hasta la cita hubiera dicho: ¡Eso es!

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti.

--John Donne--

Feliz año nuevo, ¡qué irónico que se anuncie con doce campanadas!

jueves, 27 de diciembre de 2007

Oda a la pacificación

No sé hasta dónde irán los pacificadores con su ruido
metálico de paz
pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan
pólizas contra la pacificación
y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no
quieren ser pacificados
cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a
pacificar
y a veces hasta pacifican dos pájaors de un tiro
es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser
pacificado por la espalda
o algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento
en realidad somos un país tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador
será.

--Benedetti--

Cada vez que me llegan noticias sobre la labor pacificadora de Estados Unidos, cada vez que la Policía actúa indiscriminadamente velando por la seguridad de los ciudadanos, cada vez que leo Vietnam, Iraq, Afganistán, Israel, Palestina, Darfur, Aznar, Bush... cada vez que alguien pacifica a martillazos (casi siempre con barras y estrellas) me acuerdo de este poema.

jueves, 20 de diciembre de 2007

El mar un azar (Vicente Huidobro)

Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.

-Benedetti-

Así como Benedetti lanza seis versos en una botella esperando que un niño encuentre todo un universo, lanzo yo esta bitácora esperando que quien supere todo un mar de azares y encuentre mis mensajes, descubra al menos matices de mi universo y los reconvierta en el suyo propio.

Mis poemas, otros poemas robados, música, reflexiones y otras formas. ¿A dónde llegará mi botella?