martes, 29 de julio de 2008

Los tres cerditos (versión políticamente correcta), de James Finn Garner


Había una vez tres cerditos que vivían juntos en armonía y mutuo respeto con el entorno que les rodeaba. Sirviéndose de los materiales propios de la zona que habitaban, se construyeron cada uno una hermosa casa. Un cerdito se la construyó de paja, otro de madera y el último de ladrillos fabricados a base de estiércol, arcilla y zarcillos y posteriormente cocidos en un pequeño horno. Al terminar, los tres cerditos se sintieron satisfechos de su labor y siguieron viviendo en paz e independencia.

Pero su idílica existencia no tardó en verse desbaratada. Un día, pasó por allí un enorme lobo malo con ideas expansionistas. Al ver a los cerditos, se sintió sumamente hambriento, tanto desde un punto de vista físico como ideológico. Cuando los cerditos vieron al lobo, se refugiaron en la casa de paja. El lobo corrió hasta ella y golpeó la puerta con los nudillos, gritando:

-¡Cerditos, cerditos, dejadme entrar!

Pero los cerditos respondieron:

-Tus tácticas de bandidaje no te servirán para amedrentar a unos cerditos empeñados en la defensa de su hogar y su cultura.

Pero el lobo se negaba a renunciar a lo que consideraba su destino ineludible. En consecuencia, sopló y sopló hasta derribar la casa de paja. Los cerditos, atemorizados, corrieron a la casa de madera con el lobo pisándoles los talones. El solar en el que se había alzado la casa de paja fue adquirido por otros lobos para organizar una plantación bananera.

Al llegar a la casa de madera, el lobo volvió a golpear la puerta y gritó:

-¡Cerditos, cerditos, dejadme entrar!

Pero los cerditos gritaron a su vez:

-¡Vete al infierno, condenado tirano carnívoro e imperialista!

Al oír aquello, el lobo se rió condescendientemente para sus adentros. Pensó para sí: «Va a ser una lástima que tengan que desaparecer, pero no se puede interrumpir la marcha del progreso.»

A continuación, sopló y sopló hasta derribar la casa de madera. Los cerditos huyeron a la casa de ladrillo con el lobo pisándoles nuevamente los talones. Al solar que había ocupado la casa de madera acudieron otros lobos y fundaron una urbanización de recreo en multipropiedad destinada a lobos en período de vacaciones, diseñando cada unidad como una reconstrucción en fibra de vidrio de la antigua casa de madera e instalando tiendas de recuerdos típicos de la localidad, clubes de submarinismo y delfinarios.

El lobo llegó a la casa de ladrillos y, una vez más, comenzó a aporrear la puerta, gritando:

-¡Cerditos, cerditos, dejadme entrar!

Esta vez, y a modo de respuesta, los cerditos entonaron cánticos de solidaridad y escribieron una carta de protesta a las Naciones Unidas.

Para entonces, el lobo comenzaba a irritarle la obcecación de los cerditos en su negativa a contemplar la situación desde una perspectiva carnívora, por lo que sopló y resopló y volvió a soplar hasta que, de repente, se aferró al pecho con las manos y se desplomó muerto como consecuencia de un infarto producido por el exceso de alimentos ricos en grasas.

Los tres cerditos celebraron el triunfo de la justicia y realizaron una breve danza en torno al cadáver del lobo. Su siguiente paso consistió en liberar sus tierras. Reunieron a un ejército de cerditos que se habían visto igualmente expulsados de sus propiedades y, con su nueva brigada de porcinistas, atacaron la urbanización con ametralladoras y lanzacohetes y dieron muerte a los crueles opresores lobunos, transmitiendo con ello un mensaje inequívoco al resto del hemisferio de no entrometerse en sus asuntos internos. A continuación, los cerditos fundaron un modelo de democracia socialista dotado de educación gratuita, un sistema universal de seguridad social y viviendas asequibles para todos.

Nota del autor: El lobo de este relato representa una imagen metafórica. Ningún lobo real ha sufrido daño alguno durante la redacción de esta historia.

sábado, 19 de julio de 2008

Elegido por aclamación, de Ángel González

Sí, fue un malentendido.
Gritaron: ¡a las urnas!
y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego.
Era pundonoroso y mató mucho.
Con pistolas, con rifles, con decretos.
Cuando envainó la espada dijo, dice:
La democracia es lo perfecto.
El público aplaudió. Sólo callaron,
impasibles, los muertos.
El deseo popular será cumplido.
A partir de esta hora soy -silencio-
el Jefe, si queréis. Los disconformes
que levanten el dedo.
Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando total del cementerio.

domingo, 13 de julio de 2008

Los P.A.E. (1)

Uno de los encantos de la vida de un traductor se encuentra en la necesidad imperativa de documentarse sobre cualquier área del conocimiento que le corresponda traducir. Hay veces que el proceso documental es una hilera de bostezos sin más (las antiguas colonias del Imperio Británico, por ejemplo). En otras ocasiones, uno empieza a interconectar información con alguna traducción antigua y se va creando un amasijo de ideas que van dándole forma a lo que se cuece entre bambalinas, y de pronto empieza a entender más y más (y a cabrearse más y más)

A veces, como en el caso de la traducción del texto que voy a citar, el de los Programas de Ajuste Estructural (P.A.E.), se descubre algún pilar del momento actual del planeta: la economía mundial. Todo ello me hizo documentarme sobre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y empezar a descubrir quiénes eran los verdaderos amos del mundo.

Recuerdo que esta traducción (del alemán al español) me resultaba tan chocante que pensaba que estaba traduciendo mal y estar diciendo justo lo contrario. Pero no, era la realidad la que no procedía.

¿Qué son los Programas de Ajuste Estructural (P. A. E.)?

Los créditos concedidos por las instituciones Breton Woods dependen de los P.A.E., que imponen una serie de condiciones a los países solicitantes, exigiéndoles una reforma de sus sistemas económicos hacia una economía de mercado abierta y orientada al crecimiento. Tales condiciones abarcan sobre todo las siguientes ámbitos:

Medidas de austeridad: entre otras cosas, reducción del gasto estatal en sanidad y educación, en medidas sociales, disminución de las subvenciones para pequeños agricultores, para los productos alimenticios básicos, la liberalización de los precios de los productos alimenticios y medicamentos esenciales. Todos los servicios públicos tienen que reducirse drásticamente, y hay que despedir a numerosos funcionarios y reducir los salarios.
P.D.1: el texto original ("Was sind Strukturanpassungsprogramme") pertenece, creo recordar, a algún número de la edición alemana de "Le Monde Diplomatique".
P.D.2: si alguien tiene alguna duda sobre algo, puede dejar un comentario.

martes, 8 de julio de 2008

190 a 1

En la pasada Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO en Roma se consiguió reunir, en un fatigado esfuerzo entre los países más ricos, el puñadito de 4.500 millones de euros para combatir la descarnada situación mundial de escasez de alimentos.

Si esto se multiplica por 190, se obtiene como resultado lo que los Gobiernos pagaron por pistolitas, bombas y tanques en el pasado año. A la cabeza en gasto militar está, sin que nos pille por sorpresa, la santa Señora de la Guerra, Estados Unidos, seguida de Francia y China. Nosotros los españoles estamos en el puesto número 15, nada mal si lo comparamos con otras clasificaciones como la de educación, lectura o emisiones contaminantes.

4.500 millones frente a 855.000 ¿A quién pretenden engañar?

A TI

jueves, 3 de julio de 2008

Niña de fuego, de (Concha) Buika


Cuarto disco de la mejor voz española. Con raíces guineanas y espíritu de fronteras desconocidas, Concha Buika vuelve con el producto que surge de la maceración de sus incursiones anteriores. Si en su primer disco le plantaba cara al jazz clásico (Mestizüo, 2000), en el segundo probaba remover el funk, el jazz y el flamenco (Buika, 2005) y en el tercero homenajeaba la copla en clave jazzísitica (Mi niña Lola, 2006), Niña de fuego es el compendio de todo lo anterior: flamenco jazz resuelto de manera que se desprende una puñetera maravilla. Lógico si al servicio de la voz de Buika se ponen las composiciones del mejor productor de este país: Javier Limón (Andrés Calamaro, Cigala y Bebo Valdés, Paco de Lucía, Niño Josele, Jerry González, Antonio Serrano...)

A continuación, lo que me produce escuchar a Buika:

Su voz es esférica. Cuando se lamenta, se derrumba el cielo y me cae sobre la piel a borbotones. A pesar, la hermosura es tanta que no transmite sufrimiento. Al oído se me anidan largas colas de caricia densa, largas jornadas de sedosa seducción. Ocupa el espacio por las buenas, lo cubre todo.