martes, 25 de noviembre de 2008

África y las mujeres


Nadie en su sano juicio puede negar que África padece todo lo que el humano (en el mal sentido de la palabra) haya podido inventar a lo largo de su estúpida ocupación del planeta Tierra. Nosotros los altermundistas nos quejamos de que esas dolencias, que casi siempre tienen detrás a algún malo de nuestros países, no están tratadas con el rigor que merecen desde nuestros medios, no se nos presenta el más mínimo análisis de la situación, se nos dan cifras vacías de contenido y tal y tal. Y todo ello es cierto; si uno quiere ver la cara bonita de África, tiene que irse a la 2 de TVE o patearse la prensa alternativa.


Nadie hoy, y menos hoy, día internacional por la erradicación de la violencia contra la mujer, duda de la precaria situación de las mujeres africanas, refugiadas, enfermas de sida, viudas, violadas sistemáticamente...


En cambio, me rasco mi barba náufraga barajando la posibilidad de si, en realidad, que de África sólo suenen sus horrores no actúa, en el fondo, de manera contraproducente y genere una respuesta comodona y condolente de “esto no hay quien lo cambie”, “esto no tiene arreglo”. O aún peor, y más ahora con tanto pirata y tanto rebelde, se genere la respuesta de: “¡están como están porque ellos mismos se lo cuecen!” (repasad cualquier opinión anónima y lega).


Esto es algo que un pobre náufrago no puede demostrar ni medir desde de su remoto aislamiento, pero, por si acaso, hoy relleno la botella con un África más allá de los piratas congoleños, las ablaciones de clítoris y los –cidios de todo tipo.


Al borde de nuestra visión del mundo, de PIB bajos, baja industrialización y demás sistemas de medidas que nosotros los avanzados aplicamos y que se limitan al “tanto tienes, tanto vales”, existe un África que vive y avanza y que tiene lecciones que darnos a nosotros, los dueños del progreso.


Ni siquiera hablo de proyectos locales, sino de cambios a nivel macrosocial, macroinstitucional, como por ejemplo el hecho de que la Unión Africana haya adoptado la igualdad numérica entre hombres y mujeres (detalle que no ha tenido la UE ni otros organismos internacionales de tan exquisita reputación).


Además, ¿quién adivina cuál es el país con mayor número de mujeres parlamentarias? ¿Quizás alguno de los países nórdicos? ¡No! Ruanda. Un 48,8% del parlamento ruandés es mujer (en Estados Unidos no llega al 15%, España tiene un 36%, levemente por encima de Mozambique). Pero la historia no acaba aquí. En Sudáfrica son 25 las mujeres parlamentaria, y Liberia, desde el 2005 está gobernado por Ellen Johnson-Sirleaf, primera presidenta electa de toda África.


Es sorprendente, tras busquetear levemente, la cantidad de grandes mujeres que emana este continente, pero si tengo que embotellar a alguna dama africana para representar todo este cambio mayúsculo, sin duda me pido a la señora de la foto, Wangari Maathai, premio Nobel de la Paz en 2004 y actual Ministra de medio ambiente en Kenya, guisó toda una revolución feminista y ecologista, la Marcha del Cinturón Verde, con la que cientos de mujeres pobres plantaron 30 millones de árboles por todo el país para evitar la erosión del suelo, encontrando, además, una ocupación con la que salvarse de la pobreza extrema.

martes, 18 de noviembre de 2008

Torreblanca y la Historia


Esta noticia me ha emocionado tanto que voy a romper mi naufragio aunque sólo sea por una vez. Fuera de mi isla desierta desde la que lanzo botellas cargadas de malas noticias, yo vivo en Torreblanca de los Caños, un barrio marginal de Sevilla que desde hace algo más de una década se levanta con fuerzas y sin ayuda, reclama y pelea por que no se nos olvide entre polígonos aquí en el extrarradio. Gracias a unos y a otros, a concejales más dispuestos y a un tejido asociativo importante (en el cual participo, véase “Mis niños y el saco roto”), este barrio de más de 30 000 habitantes, con la población más joven de toda Sevilla, mejora visiblemente.


Pero nada de esto es lo que me saca del naufragio. Se trata de una noticia anónima, cualquiera, apolítica y nada difundida que realmente ha hecho historia por lo bajito. En mi barrio, la comunidad gitana es amplia y compleja, en el sentido en que se establecen varias “clases”, distintos niveles de educación, integración, económicos, etc... A pesar de que exista una zona chabolista, tercermundista y lamentable, existe una buena porción de la población gitana que, sin renegar de sus elementos culturales, trabaja y vive en armonía con los payos. Aunque tampoco es de esto en concreto lo que me tiene tan emocionado.


Lo que me ha emocionado tan profundamente es lo que sigue. Se celebra en Sevilla, por primera vez en la Historia de la humanidad, una boda entre dos hombres, un payo y un gitano, ambos de Torreblanca, con un noviazgo de 10 años y con el apoyo de ambas familias.


Me quedo con un fragmento de conversación anónima que recoge el periódico y que resume a la perfección en qué medida el hecho es histórico:


“-¿No te parece raro?”

“-¿El qué? ¿Qué es gitano, que es maricón o que es camionero?


¡¡ENHORABUENA!!


Aquí un link con la noticia: http://www.gitanos.org/upload/29/09/convivencia_boda.pdf

martes, 11 de noviembre de 2008

La guerra del coltán y la excusa hutu-tutsi


Hace algún tiempo que quería escribir sobre la reanudación de Guerra del Congo, primero por los intereses tapados que acarrea y segundo porque aquí andamos tan contentos con nuestro Obama que nadie comunica nada sobre este tema, pero debido a que este náufrago se encuentra semi-enfermo y puesto que me ha llegado un manifiesto decente sobre estos asuntos, lo ofrezco tal cual y con eso ayudo a su difusión:

¿A QUIÉN BENEFICIA LA NUEVA GUERRA EN EL CONGO?

Dos años después de celebradas unas elecciones libres, democráticas y trasparentes en la República Democrática del Congo (RDC), el pueblo congoleño de las provincias del este del país, Kivu-Norte y Kivu-Sur, sigue viviendo una pesadilla de violencia, inseguridad y violación permanente de los Derechos Humanos. Los asesinatos, violaciones, saqueos, batallas, huída de la población, resurgen de nuevo y se multiplican, alejándose así toda esperanza de restauración de la paz, condición necesaria para comenzar a mejorar las condiciones de vida de una población sumida por décadas en la pobreza y la inseguridad.

El artífice de tanto sufrimiento es Laurent Nkunda, tutsi congoleño, dirigente de la guerrilla que asola esta zona de la RDC. Nkunda y sus hombres están apoyados claramente por el gobierno de Ruanda que, a su vez sirve los intereses de grandes potencias del Norte (Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Holanda).

Pero ¿por qué se interesan estas grandes potencias por el este de la RDC? La respuesta es evidente: en esa zona existen importantes minas de coltán, casiterita, diamantes, wolframita…, minerales que salen del país en camiones y helicópteros, vía Ruanda, y terminan en las manos de las multinacionales de occidente.

En estos últimos días la situación se ha agravado. Dos batallones ruandeses han penetrado en territorio congoleño. El lunes, 26 de octubre, un numeroso contingente del ejército ruandés atacó la base congoleña de Rumangabo quedando a las puertas de Goma, capital del Kivu-Norte; se teme una gran ofensiva bélica ruandesa, con devastadoras consecuencias para la población. La preparación de esta acción de Ruanda fue denunciada la semana anterior en la ONU por el presidente congoleño, Joseph Kabila, quien se reunió también con la Asociación de países del Cono Sur africano (SADC). Estos le prometieron ayuda en caso de una invasión de Ruanda.

Lo que hasta hace poco era sólo una sospecha o parecían hechos aislados, ha ido tomando cuerpo gracias a las numerosas denuncias de la sociedad civil: la MONUC, (Misión de la Organización de Naciones Unidas), con 17.000 cascos azules en la región, no está cumpliendo con los objetivos de su misión de paz y de protección a la población. Fuentes fidedignas sobre el terreno acusan a estas “fuerzas de paz” de trasladar soldados ruandeses en sus helicópteros, entregarles uniformes de la MONUC, permitir el paso de la frontera a militares ruandeses y trasladarlos a los lugares donde están las guerrillas de Nkunda; les acusan, de permanecer inactivos cuando atacan las guerrillas, de no dar su apoyo al ejército gubernamental cuando éste más lo necesita… Ante todo esto se comprende que la población se haya manifestado estos últimos días contra las fuerzas de la MONUC acusándolas de apoyar al enemigo y pidiéndoles que se marchen de la RDC. La misma Colette Braeckman, en un artículo aparecido el martes, 28 en “le soir.be”, escribe: “¿Para qué sirve esta misión que absorbe mil millones de dólares al año? Dos batallones suplementarios ¿mejorarían las cosas? ¿No habría que ir pensando, urgentemente, en un relevo de la MONUC por una fuerza europea de disuasión o, por lo menos, una fuerza policial compuesta por observadores neutrales y creíbles?...”

Esta situación no ha sido ajena a la reciente dimisión del Jefe de la MONUC, Gral. Vicente Díaz de Villegas y Herrerías, después de apenas dos meses en su cargo. Si bien el Gral. Villegas alegó motivos personales parecen cada vez más verosímiles las sospechas que relacionan esta dimisión con la incapacidad o falta de voluntad política de la MONUC para cumplir su mandato originario en el Kivu.

Deberíamos preguntarnos cómo es posible que esta Misión de Naciones Unidas, que pagamos entre todos, esté actuando siguiendo las directrices del todavía presidente de los EEUU. ¿No tendremos que arrepentirnos –demasiado tarde- de haber permitido esta nueva guerra de agresión y saqueo? Sin embargo, la prensa occidental se limita a informar de la crisis humanitaria silenciando el nombre y los motivos de los verdaderos agresores. Los políticos y la ONU expresan su “gran preocupación por el aumento de la violencia en el Este de la RDC” y luego miran hacia otro lado… seguramente hacia los tablones de la Bolsa o los Bancos en apuros. Lo que les ocurra al más de un millón de refugiados que ya se agolpan sin medios para sobrevivir les parece “lamentable”, pero siguen apoyando o no ponen obstáculos a Ruanda en su afán por anexionarse esa riquísima zona del Congo.

¿Qué le está pasando a la Comunidad Internacional? ¿Cuántos muertos más serán necesarios para que actúe?

Federación de Comités de Solidaridad con África Negra

29 de octubre 2008




lunes, 3 de noviembre de 2008

Frankenstein y la refundación del capitalismo

En la novela, el Dr. Frankenstein, movido por una ambición ciega, fabrica un humanoide horripilante y amorfo que se le va de las manos, que infunde pánico y que acaba, indirectamente, con la vida de su creador. La criatura atornillada viene a representar la perversión a la que puede llegar el ser humano cuando se deja vencer por el deseo de más y cuando no reconoce los límites de la naturaleza, la nuestra, la de otros y la que equilibra todas las cosas que habitan el mundo.


Toda esta legendaria historia me trae a la cabeza la anunciada cumbre del 15 de noviembre en la que se “refundará el capitalismo”. Este náufrago perplejo, que cada vez está más a gusto en esta isla personal e intransferible, se sorprende ante la propuesta. La fundación del capitalismo fue en 1944 y, a decir verdad, como Frankenstein, nunca ha terminado de funcionar (de acuerdo a sus intenciones iniciales, a saber, convertirnos a todos en personas felices, con las necesidades cubiertas, los estómagos llenos y el culito limpio). A seguir diciendo verdad, sólo unos cuantos vecinos se han convertido en esto, mientras que esta aldea global ha cargado con los escombros de la voluptuosidad del primer mundo. Total que ahora, una gente muy bienintencionada (Sarkozy, Berlusconi, Bush...) va a realizar “pequeños ajustes” a este sistema tarado desde el principio, van a atornillar a la bestia.


El equipo de mecánicos, que tomará decisiones que alterarán el curso de la humanidad (menos de mi isla desierta), está compuesto por el G-20, es decir, veinte países entre los que se encuentran los nuevos ricos o emergentes, y los ricos clásicos o países desarrollados. Permítanme dudar, queridos recogebotellas, que un grupo formado por los poseedores del 90% del PIB mundial vaya a crear un sinfónico esquema de nuevas normas económicas que apunte a la repartición de las riquezas, a la limadura de desigualdades y al abandono de la explotación de recursos de forma indiscriminada, permítanme hablar sin permiso y en nombre del G-77 (los 77 países más empobrecidos) para gritar que ellos, como buenos sufridores de este monstruo desvencijado que se llama capitalismo, y como víctimas potenciales del nuevo retoño que salga de la cumbre, deberían tener asiento y botellita de agua en el experimento.


Nuestro presi se está haciendo polvo para que le dejen sitio. Por un lado, todos cruzamos los dedos para que lo dejen ir, porque, al fin y al cabo, quién velará si no por nosotros, pero, por otro lado, minado yo de ensoñaciones, pienso: si este presidente es socialista, incluso rojo según muchos, ¿qué hace que no plantea una cumbre alternativa para la refundación del socialismo con sus colegas-no-tan-colegas, a saber, Chávez, Morales, Da Silva, Correa...? ¿Habrá que esperar a otra crisis? ¿Será demasiado tarde y el nuevo monstruo nos habrá devorado a todos?


Recogebotellas, estamos viviendo un momentazo histórico, no os lo perdáis.


P.D.: ¡que entren los comentarios!