jueves, 3 de julio de 2008

Niña de fuego, de (Concha) Buika


Cuarto disco de la mejor voz española. Con raíces guineanas y espíritu de fronteras desconocidas, Concha Buika vuelve con el producto que surge de la maceración de sus incursiones anteriores. Si en su primer disco le plantaba cara al jazz clásico (Mestizüo, 2000), en el segundo probaba remover el funk, el jazz y el flamenco (Buika, 2005) y en el tercero homenajeaba la copla en clave jazzísitica (Mi niña Lola, 2006), Niña de fuego es el compendio de todo lo anterior: flamenco jazz resuelto de manera que se desprende una puñetera maravilla. Lógico si al servicio de la voz de Buika se ponen las composiciones del mejor productor de este país: Javier Limón (Andrés Calamaro, Cigala y Bebo Valdés, Paco de Lucía, Niño Josele, Jerry González, Antonio Serrano...)

A continuación, lo que me produce escuchar a Buika:

Su voz es esférica. Cuando se lamenta, se derrumba el cielo y me cae sobre la piel a borbotones. A pesar, la hermosura es tanta que no transmite sufrimiento. Al oído se me anidan largas colas de caricia densa, largas jornadas de sedosa seducción. Ocupa el espacio por las buenas, lo cubre todo.

No hay comentarios: