lunes, 3 de noviembre de 2008

Frankenstein y la refundación del capitalismo

En la novela, el Dr. Frankenstein, movido por una ambición ciega, fabrica un humanoide horripilante y amorfo que se le va de las manos, que infunde pánico y que acaba, indirectamente, con la vida de su creador. La criatura atornillada viene a representar la perversión a la que puede llegar el ser humano cuando se deja vencer por el deseo de más y cuando no reconoce los límites de la naturaleza, la nuestra, la de otros y la que equilibra todas las cosas que habitan el mundo.


Toda esta legendaria historia me trae a la cabeza la anunciada cumbre del 15 de noviembre en la que se “refundará el capitalismo”. Este náufrago perplejo, que cada vez está más a gusto en esta isla personal e intransferible, se sorprende ante la propuesta. La fundación del capitalismo fue en 1944 y, a decir verdad, como Frankenstein, nunca ha terminado de funcionar (de acuerdo a sus intenciones iniciales, a saber, convertirnos a todos en personas felices, con las necesidades cubiertas, los estómagos llenos y el culito limpio). A seguir diciendo verdad, sólo unos cuantos vecinos se han convertido en esto, mientras que esta aldea global ha cargado con los escombros de la voluptuosidad del primer mundo. Total que ahora, una gente muy bienintencionada (Sarkozy, Berlusconi, Bush...) va a realizar “pequeños ajustes” a este sistema tarado desde el principio, van a atornillar a la bestia.


El equipo de mecánicos, que tomará decisiones que alterarán el curso de la humanidad (menos de mi isla desierta), está compuesto por el G-20, es decir, veinte países entre los que se encuentran los nuevos ricos o emergentes, y los ricos clásicos o países desarrollados. Permítanme dudar, queridos recogebotellas, que un grupo formado por los poseedores del 90% del PIB mundial vaya a crear un sinfónico esquema de nuevas normas económicas que apunte a la repartición de las riquezas, a la limadura de desigualdades y al abandono de la explotación de recursos de forma indiscriminada, permítanme hablar sin permiso y en nombre del G-77 (los 77 países más empobrecidos) para gritar que ellos, como buenos sufridores de este monstruo desvencijado que se llama capitalismo, y como víctimas potenciales del nuevo retoño que salga de la cumbre, deberían tener asiento y botellita de agua en el experimento.


Nuestro presi se está haciendo polvo para que le dejen sitio. Por un lado, todos cruzamos los dedos para que lo dejen ir, porque, al fin y al cabo, quién velará si no por nosotros, pero, por otro lado, minado yo de ensoñaciones, pienso: si este presidente es socialista, incluso rojo según muchos, ¿qué hace que no plantea una cumbre alternativa para la refundación del socialismo con sus colegas-no-tan-colegas, a saber, Chávez, Morales, Da Silva, Correa...? ¿Habrá que esperar a otra crisis? ¿Será demasiado tarde y el nuevo monstruo nos habrá devorado a todos?


Recogebotellas, estamos viviendo un momentazo histórico, no os lo perdáis.


P.D.: ¡que entren los comentarios!



12 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni espero nada del G-20 ni de nuestro presidente, sus ideas estan harto anticuadas y devoradas por el proceso historico.

Estamos acostumbrados al Capitalismo, o salimos de el poco a poco o no salimos.

Me muestro pesimista con ese futuro.

UN saludo

Laura A. Solano dijo...

Separarte del sistema, eludir a los poderosos y a su forma de hacer las cosas, te constituye en un elemento herético (sí, es un término que acabo de dar en clase :P) ¿Por qué crees que los medios tratan tan mal a Chávez y tan bien a China o Arabia Saudí? A uno no le da la gana de seguir los parámetros impuestos y, sin embargo,los otros se ajustan a sus planes. Y que yo sepa Arabia Saudí es una monarquía absolutista de las feas.

Joselu dijo...

Vivimos en un mundo injusto, no cabe duda. Un grupo de países impone sus reglas de comercio y financieras al resto de países que no pueden hacer sino intentar subsistir en precarias condiciones. Estamos en la parte buena del pastel. O regular, si quieres. No creo que esta cumbre -y más con un presidente americano pato cojo- vaya a cambiar las reglas. Las sociedades occidentales se han hecho muy acomodaticias. El reparto es duro, muy duro, y menos en época de vacas flacas. Nadie quiere descender de nivel de vida. No es un problema sólo de los dirigentes. Es también de los ciudadanos. Aquí se impondrá que cada cual aguante su vela, y que dios nos coja confesados.

El lanzador de botellas dijo...

Hay empieza el problema, buscador de corazones, en que ya nadie espera nada, y por ahí sigue el problema Laura, nadie se desgarra las vestiduras cuando firman tratados con China, comunista y dictatorial, pero le hacen la vida imposible a Cuba, comunista y dictatorial, pero no capitalista. Realmente, como dice Joselu, esto es un mundo injusto en el que prima el "cuanto más mejor" y al resto que le den por culo.

Yolanda dijo...

Parece que muchos pensamos lo mismo. ¿No somos suficientes para divulgar un poco de cordura? Hay que dejar de fabricar monstruos y reparar el mal hecho antes de que sea demasiado tarde. No hay un modelo de país o de vida ideal, hay que construirlo cada día procurando destrozar y ensuciar lo menos posible.
www.unamaestrafeliz.blogspot.com

El lanzador de botellas dijo...

Pues parece ser que no somos tantos, Yolanda, los que pedimos cordura. Tengo una "alumna" ("" porque si yo no soy profesor ella no es alumna) a la que le hablé del desperdicio de papel y del Amazonas. Su profesora de lengua la obliga a usar una hoja nueva para cada actividad, y ante algún borrón, tiene que arrancar la hoja. Mi alumna le dijo a su profesora: "Profe, así no estamos cuidando el amazonas", a lo que la profe contestó: "y a mí qué me importa el Amazonas"

Parece que no somos tantos...

(Fe de erratas: en mi anterior comentario he puesto HAY cuando quería decir AHÍ; siento el resbalón)

Anónimo dijo...

A pesar de buscar algo, muy pocos encuentran algo. ¿ Las pequeñas cosas que hacemos día a día tendrán algún tipo de éxito ?

Un saludo

Yolanda dijo...

Qué pena que haya profesores tan cernícalos como esa colega tuya... Yo, por el contrario, reutilizo muchos folios y hojas de cuadernos ya desechados siempre que puedo. Me parece un despilfarro tirar una hoja nueva por un simple borrón. Hay que inculcar hábitos así de simples en los niños, algo les quedará.
Un abrazo, colega.

Anónimo dijo...

Cuando hace ya unos añitos escuchaba aquello de "piensa globalmente, actúa localmente", sinceramente no lo entendía. Y además, fanfarroneaba haciendo como el que no me importaba (la edad, es lo que tiene).

A día de hoy creo que es lo único que funciona. ¡y funciona!. Probad a romper el protocolo establecido (los colegas, el trabajo o la familia), intentando sacar una sonrisa (un día contaré cómo me difracé de pastorcito por Navidad a mis treintaybastantes), o que el personal se de cuenta de algo que normalmente no se pararía a pensar.

Eso sí, poco a poco, sin que se note, disimuladamente, sin agresiones verbales, sin que se sientan ofendidos,... que parezca que son ellos mismos los que lo están decidiendo.... :)

Y cuando menos se lo esperen, estaremos allí arriba, donde se pueden hacer cosas y, si nos mantenemos en las nuestras, tendremos la oportunidad de cambiar las cosas.

Y cuando digo que se pueden conseguir cosas e sque s epueden consegir de verdad. Otra cosa es que "malos" siguen existiendo, también crecen y también s ebuscan sus trucos.

Pero de los malos hablaremos otro día.

Un vandaluz

El lanzador de botellas dijo...

¡Vivan los vandaluces optimistas!

Estoy contigo, si lo único que nos dejan es luchar en nuestro metro cuadrado, pues ahí estaremos en pie de guerra, porque si no, algún día me robarán mi metrito.

Un saludo

(por cierto, estas Navidades nos vestimos de pastorcito los dos, a ver la cara de tu abuela, jaja)

Anónimo dijo...

Como el compañero le pone buen humor, intentaré aportar tambien un poquito :

http://www.youtube.com/watch?v=tDUiVLKZT80&eurl=http://blogs.20minutos.es/letrasdecambio/post/2008/11/15/para-reirse-la-crisis


Que te mejores lanzador de Botellas!

Anónimo dijo...

je-je-je, lo había visto ya, pero lo he vuelto a ver y si cabe, me he reído más.

Sinceramente el humor me parece una de las vías de escape más efectivas, pero a su vez un arma arrojadiza excelente :)