martes, 11 de noviembre de 2008

La guerra del coltán y la excusa hutu-tutsi


Hace algún tiempo que quería escribir sobre la reanudación de Guerra del Congo, primero por los intereses tapados que acarrea y segundo porque aquí andamos tan contentos con nuestro Obama que nadie comunica nada sobre este tema, pero debido a que este náufrago se encuentra semi-enfermo y puesto que me ha llegado un manifiesto decente sobre estos asuntos, lo ofrezco tal cual y con eso ayudo a su difusión:

¿A QUIÉN BENEFICIA LA NUEVA GUERRA EN EL CONGO?

Dos años después de celebradas unas elecciones libres, democráticas y trasparentes en la República Democrática del Congo (RDC), el pueblo congoleño de las provincias del este del país, Kivu-Norte y Kivu-Sur, sigue viviendo una pesadilla de violencia, inseguridad y violación permanente de los Derechos Humanos. Los asesinatos, violaciones, saqueos, batallas, huída de la población, resurgen de nuevo y se multiplican, alejándose así toda esperanza de restauración de la paz, condición necesaria para comenzar a mejorar las condiciones de vida de una población sumida por décadas en la pobreza y la inseguridad.

El artífice de tanto sufrimiento es Laurent Nkunda, tutsi congoleño, dirigente de la guerrilla que asola esta zona de la RDC. Nkunda y sus hombres están apoyados claramente por el gobierno de Ruanda que, a su vez sirve los intereses de grandes potencias del Norte (Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Holanda).

Pero ¿por qué se interesan estas grandes potencias por el este de la RDC? La respuesta es evidente: en esa zona existen importantes minas de coltán, casiterita, diamantes, wolframita…, minerales que salen del país en camiones y helicópteros, vía Ruanda, y terminan en las manos de las multinacionales de occidente.

En estos últimos días la situación se ha agravado. Dos batallones ruandeses han penetrado en territorio congoleño. El lunes, 26 de octubre, un numeroso contingente del ejército ruandés atacó la base congoleña de Rumangabo quedando a las puertas de Goma, capital del Kivu-Norte; se teme una gran ofensiva bélica ruandesa, con devastadoras consecuencias para la población. La preparación de esta acción de Ruanda fue denunciada la semana anterior en la ONU por el presidente congoleño, Joseph Kabila, quien se reunió también con la Asociación de países del Cono Sur africano (SADC). Estos le prometieron ayuda en caso de una invasión de Ruanda.

Lo que hasta hace poco era sólo una sospecha o parecían hechos aislados, ha ido tomando cuerpo gracias a las numerosas denuncias de la sociedad civil: la MONUC, (Misión de la Organización de Naciones Unidas), con 17.000 cascos azules en la región, no está cumpliendo con los objetivos de su misión de paz y de protección a la población. Fuentes fidedignas sobre el terreno acusan a estas “fuerzas de paz” de trasladar soldados ruandeses en sus helicópteros, entregarles uniformes de la MONUC, permitir el paso de la frontera a militares ruandeses y trasladarlos a los lugares donde están las guerrillas de Nkunda; les acusan, de permanecer inactivos cuando atacan las guerrillas, de no dar su apoyo al ejército gubernamental cuando éste más lo necesita… Ante todo esto se comprende que la población se haya manifestado estos últimos días contra las fuerzas de la MONUC acusándolas de apoyar al enemigo y pidiéndoles que se marchen de la RDC. La misma Colette Braeckman, en un artículo aparecido el martes, 28 en “le soir.be”, escribe: “¿Para qué sirve esta misión que absorbe mil millones de dólares al año? Dos batallones suplementarios ¿mejorarían las cosas? ¿No habría que ir pensando, urgentemente, en un relevo de la MONUC por una fuerza europea de disuasión o, por lo menos, una fuerza policial compuesta por observadores neutrales y creíbles?...”

Esta situación no ha sido ajena a la reciente dimisión del Jefe de la MONUC, Gral. Vicente Díaz de Villegas y Herrerías, después de apenas dos meses en su cargo. Si bien el Gral. Villegas alegó motivos personales parecen cada vez más verosímiles las sospechas que relacionan esta dimisión con la incapacidad o falta de voluntad política de la MONUC para cumplir su mandato originario en el Kivu.

Deberíamos preguntarnos cómo es posible que esta Misión de Naciones Unidas, que pagamos entre todos, esté actuando siguiendo las directrices del todavía presidente de los EEUU. ¿No tendremos que arrepentirnos –demasiado tarde- de haber permitido esta nueva guerra de agresión y saqueo? Sin embargo, la prensa occidental se limita a informar de la crisis humanitaria silenciando el nombre y los motivos de los verdaderos agresores. Los políticos y la ONU expresan su “gran preocupación por el aumento de la violencia en el Este de la RDC” y luego miran hacia otro lado… seguramente hacia los tablones de la Bolsa o los Bancos en apuros. Lo que les ocurra al más de un millón de refugiados que ya se agolpan sin medios para sobrevivir les parece “lamentable”, pero siguen apoyando o no ponen obstáculos a Ruanda en su afán por anexionarse esa riquísima zona del Congo.

¿Qué le está pasando a la Comunidad Internacional? ¿Cuántos muertos más serán necesarios para que actúe?

Federación de Comités de Solidaridad con África Negra

29 de octubre 2008




8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me entero meses antes que España es el principal exportador de armas a África, jajajaja parece irónico ¿no?. ¿ Sería un tanto disparatado decir que España ha dado pie a esta guerra ?. Bueno ahí lo dejo, mientras tanto comento este desagradable acontecimiento. Puff... este año ha sido demasiado, la guerra con Ossetia del Sur ( apoyada por Rusia ), el golpe de estado en Mauritania y ahora esta horripilante decisión de destrucción... tsss... Este mundo...

Anónimo dijo...

Por cierto, que te mejores ;)

El lanzador de botellas dijo...

Gracias, buscador de corazones. No sé si España ha dado pie a esta guerra, pero si no es a esta será a otra, porque las armas sólo sirven para la guerra, de eso no cabe duda.

Un saludo

Anónimo dijo...

¿Quién dijo que el colonialismo se acabó en el siglo XIX?

Joselu dijo...

He leído cuidadosamente el manifiesto firmado por los Comites de Solidaridad con el África Negra. Y me gustaría creer que la situación es tan sencilla como la que aquí se plantea. Hay malos y hay buenos. Unos son apoyados por Occidente y el gobierno ruandés, el general Nkunda, en este caso, y en el otro lado están las fuerzas de una irreprochable RDC dirigida por Joseph Kabila. He leído mucho sobre el conflicto que llevó al genocidio de 1994 de los hutus contra los tutsis (un millón fueron asesinados en pocos días). La película Hotel Rwanda es bastante explícita. Es un conflicto envenenado por el pasado colonial belga que llevó a favorecer a los tutsis por encima de los hutus. El caso es que muchos de los genocidas hutus huyeron de Ruanda y se refugiaron en la RDC, en Kivu, formando el FDLR que amenaza con volver y continuar la matanza de 1994. Ahora en Ruanda dominan los tutsis. Oí en un monasterio (Leire)la interpretación siguiente de este conflicto: que habían sido los tutsis los que habían instigado la matanza de ellos mismos para tener la excusa de volver al poder, como así fue. Me pareció demencial. Como telón de fondo están los yacimientos de coltán y casiterita como bien dice tu título que interesan a las potencias occidentales y que algunos atribuyen a Nkunda su extracción y comercialización. No lo sé, José. Sé que esta es una región devastada con millones de muertos en la anterior guerra congolesa, con centenares de miles de refugiados ahora por el avance del Nkunda. Pero tampoco los otros son tan inocentes. Es difícil saber dónde empieza lo justo de lo injusto. La falta de operatividad de la MONUC es escandalosa. Me gustaría pensar que el planteamiento solidario es tan sencillo como el que plantea este manifiesto, pero he estado presente en varios encuentros entre africanos y he extraído de ellos interpretaciones totalmente opuestas. En todo caso, hemos coincidido en unos días en plantear un tema sangrante y que me conmueve porque África es una de los espacios en el mundo que más estimo. Recibe un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Y tan solo por piedras, ¿que si no es eso? Si no piedras...

Un triste saludo

El lanzador de botellas dijo...

Vaya, Joselu, a lo mejor me precipité publicando este manifiesto.
Desde luego, algo que aprendí hace tiempo es que rara vez está la culpa en un sólo bando. Muy interesante tu comentario, buscaré información en esa línea.

Un saludo

P.D.: este náufrago sigue enfermísimo, así que podría tardar algunos días en reanudar el lanzamiento de botellas

Laura A. Solano dijo...

Ponte bueno, que tengo mono de nuestra tertulia literaria :D