martes, 22 de enero de 2008


Amargo caligrama del fallecido Eduardo Eielson, a quien recién conozco. Es un pájaro vivo que se trunca después de la velocidad del cuello, y ya es un pájaro inútil, hecho de materia que no le corresponde, como tantos de nosotros, dispuestos a nada, que jamás volaremos porque todas las cosas que nos rodean nos han ido doblando en forma de humano en contra de nuestra voluntad, y tenemos las patas atadas a la mesa del dinero, la unidireccionalidad y el pensamiento único. Pero calma, que "tal vez un soplo" desbarate la palabra que sujetamos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"...lo único aterrador es no tener baraja."

Me emocionaste, Jhose. Qué curioso, ¿no?, que algo que parece tan sencillo como una palabra, una mirada... o un silencio, nos haga SENTIR, notar que el alma se revuelve un poquito.

Ya estoy sentada en la orilla mirando si la marea trae algo :)

El lanzador de botellas dijo...

Sí que es curioso. La muestra más clara de la inteligencia de un ser humano está en la capacidad de emocionarse a partir de cosas abstractas, como una palabra.

Un beso Laura.

Anónimo dijo...

Modernos!

Esc. Rosales dijo...

Que buenos caligramas!!!!!!!!!!!!
nos encanta el del pato q dice:
el cuello, el cuello etc.....
y: patas, patas etc.......
saludos!! y seguì haciendo lo que mas te gusta y te sale bien.
Escuela Rosales.

Anónimo dijo...

q feooooooosssss que estaaaaaaaaan!!!!
:D
beso.anònimo. ;)