martes, 23 de septiembre de 2008

Exxon y las burbujas de metano



Exxon Mobil es la empresa con más beneficios del mundo y la primera potencia petrolera. Como resultado, las emisiones de CO2 de este gigante (más de una gigatonelada anual, o sea, más de un millón de toneladas) sólo la superan cinco países, a saber (casi no hace falta), EE UU, China, Rusia, Japón y la India.

Esta empresona, además, ha estado derivando parte de sus ahorrillos al grupo de indolentes que todavía se muestran escépticos con el cambio climático. En cifras, 23 millones de dólares han ido a los bolsillos de 43 grupos de “expertos” con el designio de desmentir la existencia del calentamiento mundial y, sobre todo, la responsabilidad de la actividad humana en todo este hervidero. (Financiado así, más de uno se apuntará al escepticismo). Los fines de estas contrainvestigaciones, además de, obvio, relajar a la opinión pública, eran el retrasar las medidas del Gobierno de Estados Unidos para recortar las emisiones y frenar la búsqueda de energías alternativas.

En los últimos días se ha hecho pública una noticia: con el derretimiento de los polos (fenómeno probadamente inexistente según Exxon), se están liberando millones de toneladas de gas metano contenido en los fondos marinos. El gas metano es 20 veces más dañino que el CO2, el planeta bulle, se achicharra y se sacude y los magnates de Exxon Mobil amasan la mayor fortuna mundial y financian la levadura escéptica para que nadie los pare. Y además, con la nueva fase del neoliberalismo, si algún día dejan de ser retorcidamente ricos y quiebran, papá-Estado los acogerá cual hijo pródigo; pero sobre actual Socialismo para ricos ya tiraré una botella otro día (y con suerte le cae en la cabeza a alguien que se lo merezca)


Texto de la foto: Beneficios de la compañía / Calentamiento global

4 comentarios:

Joselu dijo...

Me alegro coincidir contigo en nuestra preocupación por el calentamiento global del planeta. No veo, en cambio, una conciencia clara y definida, sobre qué hacer. ¿Valen de algo las medidas individuales? ¿Utilizar menos el coche? ¿Controlar nuestro gasto energético? Menos aire acondicionado... ¿O todo esto son parches para sentirnos bien y el problema reside en las grandes corporciones como EXXON y demás? ¿Hay algo que el ciudadano medio pueda hacer? El otro día Stephen Hawkings sostenía que el ser humano se enfrenta en menos de cien años a una catástrofe planetaria y que nuestro destino va unido a colonizar otros planetas. Durante un tiempo escribí en mi blog sobre el cambio climático y quise llevar a mis alumnos a ver Una verdad incómoda, pero vi que apenas había respuesta a esta "preocupación" que se ha unido al escaparate mundial sin que nadie le preste demasiada atención a pesar de lo que los científicos y la terca realidad nos vienen mostrando.

El lanzador de botellas dijo...

Joselu, realmente el ciudadano de a pie tiene poco, muy poco que hacer. De hecho, con "una verdad incómoda" te queda esa sensación.

No me gusta ser agorero, pero en cuanto a este tema, YA es bastante tarde, la oportunidad de la marcha atrás está eso: muy atrás. Lo único que podemos (pueden, en definitiva) es frenar, mantener, encontrar alternativas... Pero mientras todo eso siga sin ser más rentable que contaminar, a envenenarnos toca.

Yo personalmente soy lo más respetuoso que puedo, y ya es algo inherente en mi forma de vida, pero sé que sirve de poco.

Anónimo dijo...

La de secretos a voces que corren por este mundo, y que los poderosos procuran que no sea el tema de medio alguno.
No sé que hay de verdad en la fabricación de automóviles eléctricos, fáciles de construir y de usar, que las compañías destruyeron como si nunca hubieran existido. El petróleo mueve mucho dinero.
Sí, se puede hacer algo, pero por desgracia, nosotros precisamente no mucho.

fjdm dijo...

Un amigo dice que posiblemente seamos la primera generación que pudimos erradicar (de verdad) el hambre en el mundo, y no lo hicimos.

Sinceramente prefiero no pensarlo, y arrimar un poquito el hombro en todo lo que se pueda, tanto para ayudar, como para denunciar. Pero también intentando influir y cambiar lo que se pueda.

Y todo eso sin dejar de ser feliz... complicado, ¿verdad? ;-)